El suelo es un tesoro oculto bajo nuestros pies y uno de los aspectos más fascinantes de su capacidad es su potencial para ser supresivo. En este artículo, exploraremos el concepto del suelo supresivo y cómo puede convertirse en un aliado invaluable en la protección de nuestros cultivos contra enfermedades.

 

¿Qué es el suelo supresivo?

 

Es un tipo de suelo que tiene la capacidad de reducir o prevenir la proliferación de patógenos y, por lo tanto, las enfermedades que estos causan. A diferencia de otros suelos, el suelo supresivo posee un ecosistema equilibrado que alberga una comunidad diversa de microorganismos beneficiosos que trabajan en conjunto para proteger las raíces de las plantas.

 

La supresión de enfermedades en el suelo es el resultado de una combinación de factores biológicos, químicos y físicos. Los organismos beneficiosos, como bacterias y hongos, juegan un papel fundamental en este proceso. Estos compiten directamente con los patógenos por nutrientes y espacio, además producen compuestos antimicrobianos y establecen relaciones simbióticas con las raíces de las plantas. Las propiedades químicas del suelo, como un pH equilibrado y la presencia de compuestos orgánicos, junto con una estructura física adecuada, también desempeñan un papel esencial en la supresión de enfermedades.

 

Los organismos microscópicos trabajan en sinergia para proteger nuestras plantas. Algunos de estos microorganismos producen enzimas y metabolitos que inhiben directamente el crecimiento de los patógenos, mientras que otros compiten con ellos por los recursos. Además, estos microorganismos pueden establecer relaciones simbióticas con las raíces de las plantas, las que liberan exudados de raíz, compuestos orgánicos ricos en carbono, que actúan como una especie de “cebo” para atraer a los microorganismos beneficiosos hacia sus raíces. A cambio, estos microorganismos proporcionan nutrientes y protección contra los patógenos, formando una comunidad activa en la zona de las raíces. Esta interacción fortalece el sistema inmunológico de las plantas y las hace más resistentes a las enfermedades, promoviendo un equilibrio saludable en el suelo.

 

Los suelos supresivos ofrecen una serie de beneficios para los agricultores. Al reducir la prevalencia y severidad de las enfermedades de las plantas, permiten una producción agrícola más saludable y sostenible. Esto puede traducirse en mayores rendimientos, una mayor calidad de los cultivos y una menor dependencia de los pesticidas químicos. Estos suelos también mejoran la retención de nutrientes, promoviendo una mayor eficiencia en la fertilización, y mejoran la estructura del suelo, lo que resulta en una mejor infiltración de agua y una mayor resistencia a la erosión. Además, al fomentar la biodiversidad y la actividad biológica, los suelos supresivos contribuyen a la conservación del medio ambiente y la salud a largo plazo de nuestros sistemas agrícolas.

 

Si deseas fomentar la formación de suelos supresivos en tu propio entorno agrícola, existen algunas prácticas clave que puedes implementar. Una de ellas es la incorporación de extracto líquido de humus de lombriz, para aumentar la actividad biológica y promover la diversidad de microorganismos beneficiosos. Además, dependiendo de tu tipo de plantación, se puede reducir el uso de pesticidas químicos, ya que estos pueden afectar negativamente la diversidad microbiana en el suelo y perjudicar la supresión de enfermedades.